Hugo (2011): Reseña

El cine es un ejercicio de nostalgia en el que cada director crea su estilo inspirado en el de sus predecesores mientras trata de aportar algo nuevo. Cada persona que ha trabajado en la industria ha hecho su aporte para avanzar al cine como fuente de entretenimiento y creación artística, todos siguiendo el ejemplo de aquellos pioneros que a finales del siglo XIX y principios del XX dieron inicio a una revolución cultural que cambió la historia. “Hugo”, la más reciente película de Martin Scorsese, es una carta del amor al cine en sus inicios, un homenaje a aquellos que decidieron que el cine sería el lugar en donde los sueños se hacen realidad.

Hugo es un joven huérfano que se dedica a reparar y dar cuerda a los relojes de la estación de trenes Gare Montparnass en París mientras trata de pasar desapercibido para el guardián de la estación que no sabe de su presencia y trata de reparar una viejo automaton –máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado– que es la última conexión que tiene con su difunto padre. Las aventuras de Hugo lo llevan, sin querer, a descubrir la magia del cine y de un personaje que hasta ese momento se creía desaparecido.

En todos los aspectos técnicos, “Hugo” es una película maravillosa. Los vestuarios, el maquillaje, y los efectos visuales mantienen en la pantalla una sensación de magia que acompaña de manera perfecta el diseño de producción a cargo Dante Ferretti y Francesca Lo Schiavo, quienes logran recrear de manera casi perfecta el París de los años 20s. La música de Howard Shore también se hace evidente durante toda la película y en algunos casos –como la maravillosa secuencia inicial– se convierte en una pieza fundamental de la historia. La dirección de Scorsese es impecable y se hace notar desde los primeros segundos de la película. Y es que en esta película Scorsese da la impresión de estar disfrutando más que nunca su trabajo, llenándola de referencias, a veces muy obvias y a veces muy sutiles, al trabajo de los directores que más admira.

El único problema de “Hugo” está en el guión: la película toma bastante tiempo en establecer los personajes y llegar al verdadero corazón de la historia, algunos de los diálogos e historias secundarias aburren e incluso sobran y los personajes y momentos que buscan dar humor al filme fracasan constantemente. Sin embargo, cuando “Hugo” deja de pretender ser una película familiar y se convierte en lo que verdaderamente e,s logra alcanzar niveles de magia y esplendor dignos de una obra maestra. Son estos momentos los que verdaderamente nos llegan como espectadores y sin darnos cuenta nos quedamos no solo frente a una película sino también frente a una lección de historia, un vistazo a los primeros años del cine y a la magia que desde ese momento ha llenado las pantallas. Al igual que, como en el cine en general, para descubrir una obra maestra hay que aguantarse varios bodrios, en “Hugo” para descubrir la magia de la película, es necesario pasar por varios baches de aburrimiento.

“Hugo” parece ser un territorio desconocido para Scorsese, una película familiar del mismo director de “Taxi Driver”, “Godfellas” y “The Departed”. Sin embargo, es quizás la película más cercana a su verdadero ser, un aficionado al cine, preocupado enormemente por la conservación del patrimonio fílmico y apasionado por la historia del séptimo arte. En este filme, logra transmitir todo esto de manera perfecta, haciendo que seguramente muchos espectadores terminen de verlo y decidan, al igual que el protagonista, redescubrir el encantamiento de los inicios del cine. “Hugo” es una carta de amor al cine, una carta con errores ortográficos, pero con un mensaje claro y contundente.

Puntaje: 8/10. Una película necesaria para todo aquel que ame el cine.

*La película no fue vista en 3D así que no opinamos sobre el muy aclamado uso de esta tecnología que hizo Scorsese.

Vea el trailer de «Hugo»

Una respuesta a “Hugo (2011): Reseña

  1. Concuerdo en que los personajes extras de la «Gare» son más o menos fomes. Buena idea pero mala la ejecución. Obviando eso, la película es mágica de principio a fin. Una de mis preferidas del año.

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